Se conocieron de casualidad viendo una peli mala en un cine cutre de Madrid.
Y se dieron cuenta de que nunca se iban a llevar bien porque a ella le gustaban las de miedo y a él las comedias.
Después hubo muchas peleas sobre cine, muchos días en la misma sala cutre, muchas palomitas de mantequilla de él y muchas palomitas dulces de ella.
Y un día él la vio bailando con otro chico en una discoteca, y joder como picaba.
Y un día ella vio que discutía de cine con todas, y joder como picaba.
Ninguno de los dos se atrevió a mover ficha.
Creo que él no volvió a aquel cine, y creo que ella se pasó a los libros.
Hubiera sido una película preciosa, pero en la gran pantalla no hay lugar para los finales que no son felices.
Y a ninguno de los dos les gustaban esos finales.
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