martes, 15 de agosto de 2017

Stop eating caterpillars

"Hace tres años que estás descontrolada"


A veces huir
No es por no querer quedarte
Es por no saber quedarte.
Y a veces no es de un sitio.

Desde hace un tiempo
Vivo en el ojo de un tornado
Que llora
Porque cree que soy una mota de polvo.
No porque le de pena que tú te vayas.
Aunque a mi si.

No tomo decisiones
Decidida, por lo menos.
Menos aún me lanzo, o me arriesgo
En las cosas seguras
Cómo seguramente podrían ser tús manos.
Así de trabalenguas.

No me da miedo que me hagas daño
Me da miedo hacértelo yo
No me da miedo que me hagas daño
Me da miedo que me hagas feliz.
Menudo mantra. O mentira.

Me ponen las fechas de caducidad.
Y el dejarme llevar
Y el decir que si a todo
Porque tomar decisiones
Porque decir lo que quiero
Es demasiado difícil.

Porque no lo sé.
Porque no sé qué soy.
Y me da miedo descubrirlo.
Y no estar a la altura.

Siempre digo que me iré.
Cuando es lo que llevo haciendo toda la vida.
Algún día me quedaré.
En algun sitio o en algo, o en alguien.
O eso espero.

Digo perdones innecesarios muchas veces
Y me faltan muchos esenciales.
Y en esencia
Esa es mi vida.
Perdóname.


miércoles, 26 de abril de 2017

Que ninguna bandera se merece cadenas.

No hay escapes,

   ni huidas,

      sin cristales rotos.


El placer es el primo tonto de la felicidad

El mundo se va a la mierda

No hombre Are, cómo dices eso, ¡menuda exagerada!, el mundo se ha estado yendo a la mierda durante muchísimo tiempo, y míranos, aquí estamos, haciendo lo de siempre.

Es decir, no eres la primera visionaria que predica que el mundo se está precipitando a un futuro incierto y cruel, pero ¿Sabes qué? que seguimos con nuestros comportamientos, siendo egoístas, maleducados, fríos, hedonistas, buscando nuestro bienestar por encima de todo, creyendo que cualquiera cosa vale. Y tronca, ni siquiera es por ser felices, sino por placer, por un subidón pasajero tan vacío como nuestras vidas.

Y el mundo sigue aquí tía.


Bueno, pues lo retiro, iros a la mierda vosotros.

Elastic heart

París,
en primavera,
se llena de flores,
de minifaldas
y de enamorados que se desayunan
porque tienen la sangre alterada.

París,

en invierno,
se llena de nieve,
de chocolate caliente,
y de besos de esquimal.

Pero en París también llueve.

Amor,
hoy no te busques en mis palabras,
porque yo te querría escribir
pero
París está cansada de ser una métafora.

Y es que París no cree en vosotros,
porque ya ha oído más promesas
más declaraciones,
más "te querré siempre".

París ha envejecido
y se ha vuelto una vieja escéptica
que escudriña con ojos recelosos
vuestras muy sentidas mentiras.
París ya no es una joven incrédula
y ya no ve la vie on rose

París deja que la toquéis
mientras pensáis en otra mujer,
y calla.
Y mientras tiráis
unas pocas monedas a una fuente
y la prometéis que volveréis
París se sube el vestido,
y responde encogiendo los hombros

Porque en París también hay suicidas.
(Que una vez estuvieron enamorados)


En serio amor,
siento no haberte escrito,
y por si acaso eso te ha puesto triste,
recuerda que siempre nos quedará París,
aunque a París no le quede nadie.

sábado, 22 de octubre de 2016

(Darle tiempo al tiempo que lo llaman)


Elige.
Estudios, curro, trabajo, música, películas, la persona con la que compartir tu vida, hijos, 1,2,3...¿4, en serio?
Elige.
Pero elige ya.
Y recuerda que cada decisión conlleva sus consecuencias.
Porque ahí está la gracia (sin gracia) de las decisiones. Que cada cosa que escogemos significa renunciar a otra.
¿Y si después, mirando atrás, nos damos cuenta de que la hemos cagado profusamente y nos arrepentimos toda la vida? ¿Y si vendemos la casa, para comprarnos el barco y después descubrimos que nos mareamos al navegar?
Da igual, tu elige, y elige ya.

Renuncio a vuestra vida a toda velocidad, y me quedo con la libertad de elegir lo que me de la puta gana cuando me de la puta gana.

Y (hoy) elijo no elegir. Dejar que las cosas fluyan, eijo flotar antes de saber si quiero el barco, y dejar que sea el mar el que me aleje o me acerque a la orilla.

 Y quién quiera flotar a mi vera, vendrá con la marea. O no.

sábado, 2 de julio de 2016

Ayer dijiste que las locas atan más que las cuerdas.

Me dirás que estás enamorado de mi por mi locura, por ser un poco animal salvaje, porque no me he dejado domesticar.

Y que te encanta, que te encanto. Así. Tal cual. Que jamás intentarías cambiarme.

Que no hay nada que te ponga más que verme extender las alas mientras lo hacemos.

Y después me dirás, que si me las quito un rato, sólo para abrazarme por la espalda mientras dormimos. Y que total, no te las vuelvas a poner, y así también te abrazo mañana. 
Y que, ya si eso, guárdalas en un cajón, que cada vez que las veo, me entra la sensación de que cualquier día saldrás volando.
Y me mirarás con ojos como océanos, y dirás que me quieres, que me amas, y que yo, soy lo mejor que te he pasado, que me quede, contigo, que no sea fuerte, que me apoye en ti, que no te haga daño.

Y yo que te quiero, que jamás querría hacerte daño, me quedaré en tu pecho, como si fuera una jaula de oro, dejándome querer, no obligándome a ser fuerte.

Y me moriré de pena por no matarte de pena a ti.

Pero un día, un día, buscarás en el cajón, y no verás mis alas. Y vendrás a la jaula, que aunque sea de oro, es una cárcel, y de mi, sólo quedará una pluma azul cielo.

No te quiero mentir, I won't stay.

viernes, 10 de junio de 2016

Lucha lo que sí sean batallas.

Estamos muy acojonados. Luchando como bestias salvajes en la vida, peleando nuestras batallas, sorteando enemigos, obstáculos, cubriéndonos las espaldas.

Y cansa, y da sueño.
A veces sueño.

A veces sueño con que somos unos niños asustados con una escopeta bien grande a la que nos aferramos como si de un osito de peluche se tratara.
Acércame el oído, odio.
Mi escopeta se llama odio.
Y la abrazo porque os tengo miedo.
Y porqué nadie me volverá a hacer daño nunca más.

Y ahí me veo, una niña andando por un bosque oscuro, oyendo bombas caer, gritos, disparos,
Con uniforme militar demasiado grande, y manos ocultas tras las mangas, arrastrando el pantalón y hasta el casco cayendose de un lado, impidiendo la visión.
Y cansa, pero sin sueños.
Cansa, y como pesa la escopeta.
Y suelto a odio,
y derrepente, me siento tan ligera, tan ligera,
      que empiezo a flotar.
Y floto y floto y floto.

Y desde arriba veo, que nunca hubo batalla, sólo miedo.