Que hoy he soñado con una cama. Una grande pero pequeña.
Lo suficientemente ancha para que ninguno de los dos se tocara.
Lo suficientemente estrecha para que ninguno de los dos se olvidara de que el otro estaba ahí.
Ella estaba tumbada al revés y tenía los ojos cerrados. Él miraba al techo.
Primero sonaba I dont wanna miss a thing, después afterlife, después crimson day.
Y ellos no hablaban, ni se tocaban, sólo escuchaban la música. La sentían.
Dejaban que inundara sus cuerpos cada nota.
A veces uno de los dos se miraba de reojo.
Y a veces, en algún estribillo, coincidían sus miradas.
Y les daba vergüenza, y sonreían mientras les latía el corazón más rápido y apartaban la mirada.
Después seguía sonando la canción y sus latidos se volvían a normalizar, hasta que se volvían a besar sus miradas. (porque sí, porque con los ojos también se besa)
Y vale que yo no creo en el amor, pero si creyera, creo que para mi, esto sería una definición bastante aproximada.
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