Últimamente odio perder el tiempo.
A veces lo necesito, dejar pasar los minutos tirada en cualquier parte, pero últimamente no, me gusta aprovechar cada segundo del día, y acabar agotada, habiendo llenado cada instante productivamente, pero soy un desastre, y me distraigo con el piar de los pajaros de mi cabeza y me odio por eso.
Y ahí se van otros dos minutos y 56 segundos, 57, 58...
Mierda.
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