martes, 31 de enero de 2012

Todo lo que tú quieras.

Hoy pido mucha imaginación.
Pon una canción, una lenta a más pedir, y antes de seguir leyendo tomate un segundo, cierra los ojos, y luego lee despacio.
(A mi me vale esta PINCHA AQUI)

Estás ahí, y por un minuto, un momento, estás lleno y vacio.
Eres todo y al mismo tiempo no tienes porque ser nada.
Eres todo en potencia. Podrías llegar a ser un medico mañana, un bombero, un cantante famoso.
Pero ahora, en este momento, no eres nada en concreto, no tienes la obligacion de ser nadie, ahora eres tú, signifique eso lo que signifique, y por un momento que te de igual.
Dejas que la música te coja, te envuelva, te mezca, como una madre que duerme a su niño. Que le besa la frente. Que le acaricia.
Y te dejas vencer un segundo, te abres, y se rompen tus presas y te desbordas.
Respiras.
Estas ahí.
Y empiezas a andar en tí, y ahí encuentras, en la oscuridad un pajaro, con las alas magulladas, que se ahogaba debajo de tanto día a día, pero que todavia puede volar.
Y ahí te encuentras, en la oscuridad, a ti mismo, asustado, temblando y con las alas magulladas pero sabes que todavia puedes volar.
Y vuelas.
Dejas de ser, y luego derrepente eres.
Cierras los ojos. Respiras
¿Y después? Todo.  Nada. Se acaba la canción o sigue.

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